
La Comisión Nacional de Valores de Argentina impone nuevas reglas a proveedores de servicios de activos virtuales, exigiendo registro y medidas de ciberseguridad.
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- La CNV lanza la Resolución N° 1058 para regular a los PSAV, enfocándose en transparencia y protección al consumidor.
- Las empresas deben registrarse antes de fechas límite en 2025 y cumplir con auditorías anuales.
- El marco otorga a la CNV poderes para sancionar y bloquear a operadores no registrados.
Argentina introduce un nuevo marco regulatorio para una estricta supervisión de criptomonedas.
Argentina ha dado un paso firme hacia la regulación del sector de las criptomonedas. El 14 de marzo de 2025, la Comisión Nacional de Valores (CNV) aprobó la Resolución N° 1058. Esta normativa establece requisitos estrictos para los proveedores de servicios de activos virtuales (PSAV), como exchanges, custodios y plataformas de intermediación.
El objetivo es claro: garantizar transparencia y proteger a los usuarios en un mercado que ha crecido rápidamente.
En los últimos años, las criptomonedas han ganado popularidad en Argentina, impulsadas por la inflación y la búsqueda de alternativas financieras. Sin embargo, este auge también ha traído riesgos como fraudes y ataques cibernéticos.
La CNV, liderada por Roberto E. Silva, busca equilibrar la innovación con la seguridad. Según Silva, el proceso incluyó una consulta pública para integrar las voces de la industria, evitando costos innecesarios que puedan frenar el desarrollo del sector.
Esta medida se alinea con tendencias globales. Países como Estados Unidos y la Unión Europea también han intensificado la supervisión de las criptomonedas para mitigar riesgos sin sofocar su potencial.
Detalles de las nuevas reglas
La Resolución N° 1058 impone varias obligaciones a los PSAV. Primero, deben registrarse ante la CNV dentro de plazos específicos: individuos hasta el 1 de julio de 2025, empresas locales hasta el 1 de agosto de 2025 y extranjeras hasta el 1 de septiembre de 2025.
El marco entrará en vigor completamente el 31 de diciembre de 2025.
Además, las empresas deberán implementar políticas robustas de ciberseguridad.
Esto incluye proteger a los usuarios contra amenazas digitales, un aspecto crítico tras incidentes globales como el hackeo de exchanges.
Otro requisito clave es la custodia prudente de activos. Los PSAV deben separar los fondos de los clientes de sus propios recursos, reduciendo el riesgo de malversación. También están obligados a realizar auditorías anuales para verificar el cumplimiento.
Finalmente, deben transparentar sus acuerdos con terceros, como bancos o custodios extranjeros. Esto busca evitar vacíos legales y garantizar que todas las partes operen bajo supervisión.
Poderes de la CNV y alcance de la regulación
La CNV no regula las criptomonedas en sí, sino a los intermediarios. Sin embargo, su autoridad es amplia. Puede suspender o revocar licencias de PSAV no cumplidores y, con apoyo judicial, bloquear operaciones de entidades no registradas en Argentina.
Además, los activos digitales clasificados como valores públicos quedan bajo la Ley de Mercados de Capitales (N° 26.831). Esto añade una capa extra de supervisión para ciertos tokens, diferenciándolos de criptomonedas como Bitcoin.
Silva destacó que la regulación no busca asfixiar al sector. “Queremos un marco efectivo que fomente la confianza sin frenar la innovación”, afirmó en un comunicado reseñado por CryptoSlate.
La medida responde a un contexto global. Reguladores en todo el mundo enfrentan el desafío de controlar plataformas digitales sin perder su atractivo como alternativa financiera.
Implicaciones para el mercado cripto argentino
El impacto de esta regulación será significativo. Para las empresas, implica ajustes operativos y mayores costos iniciales. Sin embargo, a largo plazo, podría atraer inversionistas al ofrecer un entorno más seguro.
Para los usuarios, las reglas prometen mayor protección contra estafas y quiebras de plataformas. En un país donde la desconfianza en el sistema financiero tradicional es alta, esto podría consolidar a las criptomonedas como opción viable.
La industria ha reaccionado con cautela. Algunos actores aplauden la claridad regulatoria, mientras otros temen que los requisitos desalienten a pequeños emprendedores. La consulta pública, según la CNV, ayudó a mitigar estas preocupaciones.
Argentina se suma así a una ola regulatoria global. Aunque el camino hacia la adopción masiva de criptoactivos sigue siendo complejo, este marco marca un hito en su evolución local.
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