Muchos latinoamericanos tienen los ojos puestos en Chile para emigrar, pues creen que es el país con mayor potencial económico de la región. Sin embargo, el auge que experimentó entre 2010 y 2012 dejó de ser tal. El año que acaba de terminar, el crecimiento del PIB fue de tan solo 2,0%. La nación sureña sufrió una caída de la inversión durante varios trimestres consecutivos de 2015, lo que llevó –según la Comisión Económica para América Latina (Cepal)- a “un deterioro importante de las expectativas de crecimiento en el contexto del fin de la bonanza minera”.
La Cepal explica que se registró una marcada disminución de los ingresos provenientes de la Corporación Nacional del Cobre de Chile (CODELCO), los cuales pasaron del 0,9% del PIB en 2014 al 0,5% del PIB en 2015, y una reducción de los ingresos tributarios de la minería privada (que bajaron del 1% al 0,9% del PIB). Debido a la caída del precio del cobre, el sector minero exportó un 21,7% menos en el tercer trimestre de 2015 en comparación con igual período del año anterior.
Los efectos de la reforma tributaria también se reflejaron en la recaudación obtenida de los contribuyentes no mineros, que aumentó del 15,7% al 16,3% del PIB. Para 2016, cuando se ejecutarán plenamente las medidas de la reforma tributaria, se esperan incrementos también en la recaudación del IVA, pues se implementará un plan de fiscalización que reducirá ampliamente la evasión en el sistema.
En este contexto el peso se ha visto bastante afectado con respecto al dólar. La paridad entre el peso y el dólar aumentó en torno al 50% desde su menor nivel de 2013, y el tipo de cambio real ha subido un 17% respecto de su menor valor en 2013.
La inflación fue de 4% (a octubre de 2015), la cual subió por encima de lo esperado y se reflejó en el incremento de precios. Añade el organismo internacional que el crédito al sector privado se ha desacelerado, pasando de tasas de crecimiento superiores a un dígito hasta 2013 a una tasa de un 5,1% en términos reales en el tercer trimestre de 2015.
En este panorama, la Cepal proyecta un crecimiento del 2,1% en 2016, con un modesto aumento de la demanda interna y una leve recuperación de la inversión y de las exportaciones. “El impulso externo relevante para Chile será menor, tanto por una baja del crecimiento de sus socios comerciales como por la caída de los términos de intercambio”. Indica el organismo que la economía chilena “registraría por tercer año consecutivo un crecimiento inferior a su potencial, en la ausencia de impulsos macroeconómicos que puedan favorecer una recuperación rápida”.
En ese contexto, los chilenos comienzan a ver con buenos ojos la inversión en bitcoin. También los numerosos extranjeros en el país sureño encuentran que es una forma más económica de envío de divisas a sus países de origen.
El informe de la Cepal sobre Chile está disponible aquí.
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