Imaginemos que estamos en el año 2011. España recientemente ganó el Mundial de Sudáfrica, Steve Jobs seguía vivo, el precio del petróleo alcanzó el precio más alto en el siglo… En fin, un año en el que seguramente tenías menos arrugas y el estatus de vida había mejorado.
En el año 2011, Bitcoin se estaba poco a poco dando a conocer, sobre todo en lo que el común ha mal denominado como “deep web”. Para el 2011, el precio de Bitcoin rondaba los 9 dólares y era mucho más fácil minar esta criptomoneda.
El 27 de mayo del 2011, la web Motherboard publicó un artículo titulado Cómo hacerse rico con Bitcoin. Su editor afirmaba que estaba minando bitcoins en las computadoras de su colegio. Ahora, me pregunto, ¿cuántos al leer el artículo habrán seguido su consejo? ¿Cuántos habrán minado o comprado bitcoins cuando rondaba menos de 10 dólares? ¿Tú le hubieras hecho caso a ese artículo o creerías que era algo imposible?
En su ensayo “La política como vocación”, Max Weber, el filósofo alemán, afirmó que “es completamente cierto, y así lo prueba la Historia, que en este mundo no se consigue nunca lo posible si no se intenta lo imposible una y otra vez”. ¿Cómo hacerse rico, pues, si no nos arriesgamos y atrevemos a hacer aquello que para otros puede parecer extraño o imposible? ¿Quiénes habrán sido los afortunados que se motivaron para minar o comprar bitcoins en el 2011? Supongamos alguien que haya comprado o logrado obtener 100 bitcoins a un precio de 900 dólares en total. Hoy, esos 100 bitcoins valen casi 23.000 dólares. Y a finales de 2013, esos 100 bitcoins valieron 100.000 dólares. Con solo 900 dólares invertidos en el 2011, alguien hoy sonríe en un jacuzzi.
Si le hacemos caso a los expertos, quienes auguran que en unos años el precio de Bitcoin puede rondar los $10.000 dólares, me pregunto: ¿qué esperamos? ¿Por qué no nos motivamos a pensar lo imposible y ver dentro de unos años algo que será posible? Los invito a imaginar y a atreverse a usar aún más Bitcoin.
ADVERTENCIA: Este es un artículo de carácter informativo. DiarioBitcoin es un medio de comunicación, no promociona, respalda ni recomienda ninguna inversión en particular. Vale señalar que las inversiones en criptoactivos no están reguladas en algunos países. Pueden no ser apropiadas para inversores minoristas, pues se podría perder el monto total invertido. Consulte las leyes de su país antes de invertir.