Blockchains y la salud podrían formar un matrimonio feliz a través de una multitud de aplicaciones. Desde compartir lo registros de salud hasta probar prescripciones médicas, abundan las oportunidades para mejorar las experiencias de salud gracias a la misma tecnología que usa la criptomoneda bitcoin.
Para probar esto, vamos a seguir el viaje de una persona con una enfermedad crónica que llamaremos Screenoritis (no es una enfermedad real) al usar en un futuro la tencología blockchain.
En primer lugar, es importante saber que Screenoritis es una condición molesta. El pronóstico no es fatal, pero los síntomas de la enfermedad debilitan, van desde el insomnio a la pérdida de memoria a corto plazo. ¿Las buenas noticias? Es a la vez tratable y reversible, aunque el camino de la recuperación no sea fácil.
Jane tiene 34 años. Ama su trabajo como animadora y trabaja mucho más que la persona promedio. Es jueves por la tarde, ella está totalmente agotada de una escena muy difícil que acaba de terminar, y decide tomar un descanso. Es un día hermoso afuera, así que ella decide salir a correr por el río. A unas dos millas, Jane comienza a sentirse un poco mareada. Baka al velocidad, pero aún así se derrumba 100 yardas por el sendero. Un corredor que viene desde la otra dirección encuentra a Jane inconsciente en el suelo y llama al 911.
Cuando llega la ambulancia, los paramédicos escanean la banda fitness en la muñeca de Jane para recuperar su HealthChain ID, un identificador único que se utiliza para la información sobre la salud. Cuando Jane se inscribió en HealthChain, creó reglas y nombró a personas que podrían confirmar el acceso a sus registros médicos.
Acto seguido, emiten una señal en la red HealthChain, que genera automáticamente alertas a cuatro contactos de emergencia de Jane pidiéndoles validar que los paramédicos puedan acceder a los registros de Jane. Diez segundos más tarde, después de que dos de sus contactos lo aprobaran, los técnicos de emergencias médicas son capaces de acceder a su información de salud.
Unas horas más tarde, Jane despierta en el hospital. Ella está bien, pero quiere entender lo que está pasando. El médico de guardia se sienta con ella para explicarle que sufre de Screenoritis.
Después de revisar algunos de los hechos, el médico le pregunta si ella está dispuesta a compartir su información de manera anónima en el repositorio público de investigación – se ha convertido en una práctica habitual, y ella no tiene ningún problema con eso. Ella está dispuesta a compartir su historia clínica, los datos pertinentes sobre lo que acaba de experimentar, y los resultados de las pruebas que actualmente están en ejecución.
Jane quiere aprender lo que la gente como ella ha experimentado y cómo se puede mejorar. Ella y otros han optado por compartir su información con el fin de participar en una red privada.
Aunque Screenoritis es curable y los medicamentos se han desarrollado para tratar los síntomas, la recuperación sigue siendo difícil y el tratamiento de las condiciones subyacentes ha conseguido poca atención de la comunidad médica.
Como parte de su investigación inicial sobre la condición, Jane descubre rápidamente que hay una recompensa pública por la liberación de un tratamiento que va a tratar las causas subyacentes de la Screenoritis.
Su contribución se rige por una serie de contratos inteligentes que proporcionan el acceso condicional a los tratamientos una vez que son liberados. A diferencia de crowdfunding tradicional, sus contribuciones se mantienen en depósito por los contratos hasta que el tratamiento está listo para ella.
Ahora que Jane tiene una sólida comprensión de su condición, ella ha comenzado a ver a un especialista que ha prescrito una rutina física diaria para ella, además de los medicamentos Screenoritis conocidos. La adhesión a ambos es fundamental para la recuperación y también premiado por su aseguradora. Con un reloj que puede rastrear su ubicación y movimientos y pastillas que se instrumentan para recopilar datos, la información que la aseguradora y el médico necesita es fácilmente disponible. Mientras Jane hace el tratamiento, la totalidad de sus cuentas están cubiertos automáticamente – sin papeleo necesario.
La salud y blockchains pueden llegar a ser una gran pareja. Juntos pueden marcar el comienzo de una revolución centrada en el paciente en la forma en que cuidamos de nosotros mismos y de los demás. En nuestros momentos más vulnerables, es importante que rápidamente los médicos puedan acceder a nuestro información que va unida a nuestra identidad. Vamos a hacer promesas anticipadas de pago a cambio de nuevos tratamientos que deseamos. En lugar de los modelos de riesgo opacos y cuotas, pagos de seguros se activarán por nuestros comportamientos saludables verificados.
Es hora de que la salud se actualice. La adición de blockchains podría cambiar eso sustancialmente, y estamos entusiasmados con estas futuras oportunidades de que se vuelva una realidad.
Fuente: Coindesk
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