Por Alex Martinez Algunos voceros de las campañas antibitcoins declaran que esta criptomoneda es usada para evadir impuestos. Sin embargo, eso no es del todo cierto ya que en la propia esencia de Bitcoin, existe un sistema tributario voluntario.
Cada transacción que se envía con Bitcoin o con cualquier otra criptomoneda tributa de forma predeterminada.
En el reino de la moneda digital, la tributación representa la tarifa de transacción que el usuario decida (o decide no) adjuntar a cada pago.
Este usuario puede decidir fijar una cuota grande o ningún cargo en absoluto. Al hacerlo, los mineros de la red elegirán preferencia por las transacciones con una cuota grande adjunto, y trabajarán para confirmar estos pagos antes de lo que los que tienen las tasas más pequeñas.
Esta cola transacciones representa una estructura voluntaria de pago por desempeño fiscal en el que el rendimiento derivado del sistema depende de la cantidad de los impuestos que se pagan.
Cuando llegamos a entender la resistencia sistémica a la intervención judicial, se hace evidente que los impuestos a las criptomoneda seguirán siendo una función voluntaria de pago por desempeño de la propia red.
Así, ya no será la tributación algo que se aplica a través de la coacción, sino se convierte en un acto voluntario que le da un mayor rendimiento al sistema. Si nadie paga cuotas a los mineros, las transacciones tardarán mucho en realizarse y los mineros dejarán de trabajar comprometiendo al sistema. Por tanto, Bitcoin te enseña el valor y la necesidad de pagar ciertos impuestos siempre de forma voluntaria y no coaccionada.
No nos engañemos, en una jurisdicción cripto-anarquista donde no hay medios para confiscar o controlar la propiedad a nombre de otra persona, la necesidad de un Estado dejará de existir.
Dice Travis Patron que: “La tributación masiva en moneda digital no es factible a través de la ejecución judicial, mientras que la ejecución individual está obligada a resultar ineficaz. Cualquier persona motivada para conservar su patrimonio neto encuentra un paraíso fiscal subversivamente lucrativo en el reino de la criptomoneda.”
Fuente: CoinDesk
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