Los autores de este artículo son Don y Alex Tapscott. Don Tapscott es el autor de 15 libros acerca de la revolución digital en los negocios y en la sociedad, y es rector en la Universidad de Trent. Alex Tapscott es el CEO de North West Passage Ventures.
El Internet está entrando en una segunda era, una que nos da otra oportunidad de conseguir un futuro próspero.
Sí, la revolución digital ha traído un sinfín de maravillas. El Internet, el World Wide Web, las redes sociales, la computadora móvil, la geo espacialidad, la Gran Data y la nube han permitido avances en cada aspecto de la vida.
Pero cuando se trata de los negocios, un análisis cuidadoso demuestra que los cambios hasta la fecha solo han rasgado superficie.
La institución básica del capitalismo, la corporaciones, se han mantenido prácticamente sin cambios. La jerarquía, la organización vertical y la burocracia —marcas de la era industrial— todavía reinan.
Cuando se habla de la economía en su totalidad, la revolución digital no ha tenido un impacto positivo en la prosperidad de muchos. Una verdadera innovación está tomando lugar pero, paradójicamente, la desigualdad social está creciendo.
Las economías de muchos países en desarrollo están creciendo, pero por primera vez en la historia no hay un incremento en los empleos.
En privado, la fundación de una sociedad libre, está siendo socavada por los gobiernos y los jefes de las industrias, y en donde sea están usando Internet para crear una sociedad vigilada.
Dos billones de personas no tienen una cuenta bancaria para participar del todo en la economía global.
Más que una solución, la tecnología ha sido una gran parte del problema, y no solo debido a la nueva ronda de automatización —la robótica o los modelos comerciales disruptivos están tomando la fuerza de trabajo.
El viejo paradigma en tecnología y en los medios estaban para hacer que las cosas fueran centralizadas, y tomar el control por fuerzas poderosas. Los receptores eran pasivos.
El nuevo paradigma supone que todo debe ser distribuido y controlado por cualquiera, y empodera a participantes activos.
De todas formas, la distribución de Internet ha caído en una economía que ha concentrado estructuras de poder con una habilidad asimétrica para darle forma de acuerdo a su propia agenda.
La bienestar, la prosperidad y la libertad han llegado, pero solo para unos pocos.
Sin nadie que establezca una orden económica en Internet, nosotros no podemos establecer la identidad de cada uno o confiar en una transacción sin la validación de una tercera parte, como un banco o un gobierno.
Y sucede lo opuesto: permite a las personas cometer fraudes, recolectar nuestra data e invadir nuestra privacidad. Esto excluye a 2.5 billones de personas del sistema global financiero, y otorga más poder y prosperidad a aquellos que ya lo tienen, incluso aunque ellos ya no estén haciendo nada para ganarlo.
¿Qué pasa si la siguiente generación de Internet autoriza no solo la comunicación de la información, pero la comunicación directa de valores y dinero? ¿Qué pasaría si nosotros pudiéramos construir negocios, establecer transacciones directamente, peer-to-peer, sin necesidad de intermediarios poderosos?
Bueno, esto está pasando. La revolución digital está trayendo una nueva y radicalmente diferente plataforma para los comercios y otras instituciones que nos lleva a la siguiente parte del progreso humano. Hasta la fecha, es la más grande innovación en la ciencia computacional en una generación. Esto es la tecnología detrás de la criptomoneda Bitcoin, Blockchain.
La plataforma tecnológica es abierta y programable. Sostiene el potencial de llevar un sin número de nuevas aplicaciones y capacidades, que tiene el potencial de transformar todo en los siguientes 25 años.
Blockchain es una base de datos global, un libro digital incorruptible de transacciones económicas que pueden ser programadas para registrar no solo transacciones financieras, sino virtualmente todo lo que sea de valor o de importancia para la humanidad: certificados de nacimiento, de fallecimiento, licencias de matrimonio, títulos de propiedad, diplomas, cuentas financieras, archivos médicos, archivos de seguros, votos, transacciones de pequeños objetos, y prácticamente todo puede ser expresado en un código.
El libro representa transparencia debido a que la colaboración constante de todos lo consigue. Nosotros no confiamos en cada uno en el sentido tradicional de la palabra, debido a que la nueva plataforma asegura un sistema integro. La integridad se consigue debido a un código inteligente y la colaboración de las masas.
Hoy en día, la nueva plataforma permite una reconciliación entre los registros digitales. Vamos a llamarlo La reconciliación Digital. El Internet de todas las cosas necesita una Cuenta Digital. Hay que estar listos para un libro mundial.
Creemos que la transparencia afectará profundamente a las personas en varios aspectos de su vida. Tal vez eres un amante de la música que quiere que su artista puede vivir de su arte. O un consumidor que quiere saber de dónde proviene la carne de su hamburguesa. Tal vez eres un inmigrante que está enfermo de pagar grandes impuestos para mandar dinero a la familia. O una mujer saudí que quiere comprarse una revista de moda.
Tal vez eres un trabajador social que necesita identificar a los propietarios de las tierras para que puedan reconstruir su hogar luego de un terremoto. O un ciudadano harto de la falta de transparencia y rendición de cuentas de los líderes políticos. O un usuario de las redes sociales que piensa que toda la data que genera podría significar algo y que la privacidad importa.
Cuando escribo esto, los innovadores están construyendo aplicaciones basadas en Blockchain con estos propósitos. Y ellos son solo el comienzo.
Fuente: CoinDesk
ADVERTENCIA: Este es un artículo de carácter informativo. DiarioBitcoin es un medio de comunicación, no promociona, respalda ni recomienda ninguna inversión en particular. Vale señalar que las inversiones en criptoactivos no están reguladas en algunos países. Pueden no ser apropiadas para inversores minoristas, pues se podría perder el monto total invertido. Consulte las leyes de su país antes de invertir.