Por Gabriela Camero  

El senador estadounidense John McCain le dijo a la prensa que estará instando al gobierno a que exija una legislación que obligue a las compañías a proporcionarles acceso a ciertos datos cifrados de los usuarios.

Sin embargo, las plataformas P2P cifradas para comunicaciones seguras están diseñadas para que ni siquiera las empresas que ofrecen estos servicios puedan acceder al contenido, así que crearía un gran problema en el caso que estas empresas deban dar esta información. Es decir, que con esta propuesta las compañías tendrían que rediseñar completamente muchos de sus productos, y en última instancia, podría dañar la industria en general.

Sin embargo, esto perjudicaría mucho a las empresas y no ofrecería soluciones a largo plazo. La mayoría de los cifrados P2P son de código abierto, y no es muy difícil crear un sistema personalizado de cifrados. Los únicos afectados por esta regulación del gobierno serían los ciudadanos dentro de la ley que verían su privacidad violada. Con un conocimiento mínimo de códigos, es posible implementar un directorio cifrado de archivos para almacenar información de una manera en que la ley no pudiera acceder a ella.

Intentar prohibir esta tecnología a millones de personas no resolvería el hecho que todavía estaría disponible para el uso ilícito. Esta legislación solo reduce la privacidad individual sin ofrecer ningún beneficio para detener actos de terrorismo y otras actividades criminales. A un criminal no le va a importar usar este tipo de tecnología, aunque sea ilegal, si ellos pueden prevenir de todas formas que las fuerzas de la ley encuentren evidencia de sus operaciones.

Antes de los ataques en París, el debate sobre el cifrado se había desvanecido del todo, después de que la Casa Blanca anunciara que no iban a buscar una ley en donde las compañías no tengan que revelar información personal de sus usuarios, pero esto ahora ha cambiado. Desafortunadamente, incluso al ofrecer acceso a la información personal de los usuarios, esta información podría verse comprometida en una situación que, normalmente, estaría fuera de peligro.

Está por verse si esta propuesta avanza o no hasta sus últimas consecuencias. De aprobarse, los afectados no serían precisamente aquellas personas por la cual esa propuesta existe.

Fuente: bitcoinist

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