Por Hannah Pérez  

Según el informe, uno de los factores que tienden a desalentar el uso de las criptomonedas por parte de grupos terroristas es que estas no serían lo suficientemente anónimas. Otro factor destacado es la inestabilidad del mercado criptográfico.  ***

Un exhaustivo informe de la corporación RAND concluye que las criptomonedas son las menos idóneas para las organizaciones terroristas. El dinero en efectivo continúa siendo el gran protagonista para estos grupos violentos en la actualidad. Las razones son diversas, pero se incluyen las restricciones de liquidez que la regulación de las criptomonedas están levantando.

El informe de 99 páginas se centró en tres áreas relativas al financiamiento del terrorismo: recepción, gestión y gasto. Solo en la primera categoría las criptomonedas proporcionan beneficios reales a las organizaciones terroristas, ya que la gente puede enviarles dinero desde cualquier parte del mundo sin limitaciones. Sin embargo, de acuerdo al informe, si los terroristas reciben grandes cantidades de criptomonedas, resultaría difícil de manejar y utilizar:

Las grandes sumas recibidas son difíciles de gestionar o gastar de forma anónima. Las criptomonedas siguen necesitando de una infraestructura para su gestión y gasto.

No hay motivación ahora

La siguiente conclusión del informe es quizás aún más reconfortante para aquellos entusiastas de las criptomonedas que no tienen ningún interés en apoyar bandas delictivas:

Vemos poca evidencia actual de que las organizaciones terroristas hayan adoptado criptomonedas o que tengan la motivación para hacerlo. Pero eso podría cambiar a medida que las medidas correctivas para los actuales modos de financiamiento cambien. Así como a medida de que la tecnología de las monedas digitales también cambie.

Aunque el informe especifica algunas de las criptomonedas de privacidad, RAND no cree que los actuales ecosistemas criptográficos proporcionen el total anonimato requerido por los terroristas. El informe señala:

Ninguna criptomoneda ofrece uniformemente estas características a las organizaciones terroristas. En particular, la seguridad de las criptomonedas actuales es probablemente inadecuada para las necesidades de las organizaciones terroristas.

Ni las criptomonedas más anónimas se ajustan a las necesidades terroristas

Aunque estos grupos podrían usar criptomonedas como Monero, que operan de forma bastante anónima, en última instancia el ecosistema criptográfico carece de muchos de los requerimientos de los terroristas. Por ejemplo, en la actualidad no existe un sistema que permita pagar anónimamente por armas de fuego, publicidad, propiedades, etc., sin formar parte, en algún momento, de la economía regular. Para estos propósitos, especialmente para los más aterradores, como comprar armas sofisticadas, se necesita dinero en efectivo.

Incluso si se contempla el uso de la deep web, que actualmente está dominada por actores infiltrados del gobierno, en algún punto debe considerarse la entrega de los productos o servicios. Así que una organización terrorista podría quizás recaudar fondos de manera confiable a través de la venta de drogas o armas en la deep web, pero es poco probable que lo haga sin interrupción.

Deep web

RAND cree que el uso más factible de las monedas digitales sería como un medio para canalizar fondos a los operativos occidentales. El informe explica este escenario, destacando:

Aunque el uso terrorista de los mercados de la deep web para adquirir armas es una posibilidad preocupante, es poco probable que se utilicen criptomonedas para comprar directamente equipo para un ataque. En cambio, los atacantes de los países occidentales podrían convertir los fondos de criptodivisas en monedas fiduciarias, utilizando ya sea fondos proporcionados por una organización central o financiación colectiva. Esto sería una forma conveniente para que la organización terrorista suministrara fondos al atacante.

Por supuesto, muchos intercambios de criptomonedas están sujetos a las regulaciones bancarias para actividades sospechosas, por lo que todavía puede ser difícil retirar grandes cantidades de dinero en efectivo. No obstante, si surgiera una criptomoneda sin regulación, proporcionaría una vía atractiva para las transacciones de organizaciones terroristas, como la aceptación de donaciones o actividades de financiación.

Como tal, las organizaciones terroristas no han manifestado un interés masivo en las criptomonedas. No obstante, más de un grupo delincuente ha construido su propia Blockchain como una forma de eludir las sanciones.

Las monedas de privacidad son de carácter privado para el almacenamiento de la riqueza, e increíblemente difíciles de penetrar cuando se usan correctamente. Sin embargo, su liquidez se ve considerablemente limitada por el predominio de los intercambios centralizados.

Inestabilidad del mercado criptográfico mantiene a los terroristas alejados

A medida que evolucionen las monedas de privacidad y los intercambios descentralizados, puede llegar el momento en que las criptomonedas puedan tener un valor real para los operativos terroristas. Sin embargo, en la actualidad, la mayoría de los grupos terroristas y de lavado de dinero siguen prefiriendo el dinero en efectivo y no Bitcoin.

Nuestra investigación muestra que, si surge una sola criptomoneda que proporcione una adopción generalizada, mejor anonimato, mejor seguridad y que esté sujeta a una regulación laxa o inconsistente, entonces la utilidad potencial de esta criptomoneda, así como la posibilidad de su uso por parte de organizaciones terroristas, aumentaría. Incluso si no surge tal moneda, habrá algún uso por parte de grupos terroristas, pero el alcance de ese uso dependerá de la viabilidad de la moneda.

Quizás uno de los aspectos más interesantes de las primeras páginas del informe es que señala que las “luchas internas” en los círculos criptográficos han desalentado hasta ahora la adopción de las monedas digitales por parte de los terroristas:

En particular, los factores que tienden a desalentar la adopción incluyen la continua inestabilidad y las luchas internas en la comunidad de las criptomonedas; así como la cooperación entre las fuerzas del orden internacionales, la comunidad de inteligencia, los avances en la regulación y aplicación de la ley.

Fuente: CCN

Traducción de Hannah Estefanía Pérez / DiarioBitcoin

Imagen de Pixabay

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