Por Hannah Pérez  


¿Cómo hacen los multimillonarios cripto para evadir los impuestos? Viajes, descentralización, arbitraje de impuestos, teorías libertarias y una vida sin Estado.

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Los nuevos multimillonarios de las criptomonedas tienen mucho en común con los antiguos multimillonarios: ellos harán lo que sea para evadir el pago de impuestos, incluyendo tener que viajar de un país a otro.

Comúnmente se piensa que mientras más gane una persona, más impuestos paga; pero esto no es necesariamente así en el mundo real. A través de la historia, los más adinerados han encontrado múltiples recursos legales para reducir su pago de impuestos. Y estas estrategias no son nada nuevo, posiblemente la evasión fiscal ha existido desde que se impusieron los primeros impuestos.

El propio Warren Buffett, multimillonario y reconocido empresario estadounidense, ha señalado en ocasiones anteriores que, en porcentaje, paga menos impuestos que su secretaria y otros empleados, ya que la mayor parte de su riqueza está en existencias, en lugar de ingresos salariales. Pero los millonarios tradicionales no son los únicos que han desarrollado estrategias ingeniosas para el arbitraje fiscal.

Ahora, con una nueva ola de multimillonarios cripto, novedosos recursos están surgiendo. A medida que el precio de Bitcoin ha crecido de forma exponencial en los últimos 10 años, una marea de jóvenes bitcoiners está en la búsqueda de maniobras que les permitan conservar y continuar alimentando sus ganancias. Además, tal estilo de vida no se aleja de los propios ideales libertarios detrás de la criptomoneda.

‘Permanentemente no ahí’: esquivando los impuestos

Un nuevo sector empresarial en crecimiento dentro de la “industria migratoria” se basa en servicios que se especializan en estrategias legales de evasión fiscal para los entusiastas de las criptomonedas. Esa es la labor de Plan B Passport, una rama de la compañía de reasentamiento, Migronis Citizenship, que cuenta con cinco oficinas en todo el mundo.

Lo llamativo de Plan B Passport es que es una startup que trabaja principalmente con bitcoiners para ayudarles a obtener el estatus de residencia legal en cualquiera de los seis países con paraísos fiscales que ofrece la empresa. Un reportaje detallado de Coindesk aborda la nueva tendencia de arbitraje fiscal entre los criptoentusiastas.

Vas al carnicero que tiene la mejor carne, y al granjero por las mejores frutas y verduras: compras según el estilo de vida que quieres“, argumentó Katie Ananina, fundadora de Plan B, a Coindesk. “Si te conviene más tener un pasaporte de un paraíso fiscal, ¿por qué no lo harías, verdad?“.

De acuerdo con su sitio web, Plan B ofrece un servicio muy similar al de su empresa matriz más grande. Brinda información sobre “cómo optimizar legalmente” las estrategias fiscales de los millonarios, al trasladar sus vidas, posesiones o activos a las “mejores jurisdicciones“. Su fundadora también ofrece consultas gratuitas de 20 minutos y seminarios web ocasionales.

Tal práctica se está volviendo cada vez más popular en estos días. Mucha gente lo está haciendo. Más de lo que piensas“, explicó Ananina; una opinión que compartió el economista y experto en paraísos fiscales, Ronen Palan.

Profesor de Economía Política Internacional en la City University de Londres, Palan comenta que esta es una alternativa común entre los ultrarricos que, aunque resulte difícil determinar cuántos lo están haciendo, ya tiene su propio término: PNT o ‘permanentemente no están allí’.

Nos encontramos con que los más adinerados tienen tres casas, tres domicilios diferentes, para asegurarse de que nunca estarán en un país el tiempo suficiente para convertirse en un residente fiscal.

La vida de los multimillonarios cripto

Estas nuevas formas de vida sin arraigo nacional que están llevando los jóvenes bitcoiners se vinculan con diversas teorías políticas, que, a su vez, no se alejan de los ideales anárquistas y libertarios de algunos de los principales defensores de Bitcoin. Esto es lo que Harry D. Schultz denominó “Teoría de las Tres Banderas”. Se trata de un enfoque estratégico de vida y de la ciudadanía, en el cual las personas “plantan banderas” en diferentes países en base a sus marcos fiscales, regulatorios y económicos favorables. Para Roger Ver, uno de los primeros maximalistas de Bitcoin, esta teoría es un estilo personal de vida.

Defensor de la autonomía personal y el voluntarismo, Ver -también conocido como el “Jesús de Bitcoin“- renunció en 2014 a su ciudadanía estadounidense tras obtener una nacionalidad de San Cristóbal y Nieves. Ver, quien está legalmente residenciado en la isla caribeña pero ha vivido gran parte de su vida en Japón, comenta que tiene varios amigos cripto que comparten un estilo de vida similar. Muchos son “ciudadanos” de la isla, pero en muchos casos ninguno ha puesto un pie en el país del Caribe.

La cofundadora de Plan B tampoco es ajena a este estilo de vida y comparte gran entusiasmo por Bitcoin. De origen ruso, Ananina ha estado viajando entre las ciudades de Miami, Houston, San Francisco y Denver, además de Puerto Rico, algunas islas del Caribe y México como parte de su vida y su trabajo. “He estado mirando mi pasado y siento que toda mi vida me ha preparado para la teoría de Bitcoin, la anarquía y las banderas“, comentó al citado medio.

Si no puedo ser absolutamente apátrida, tendré algunos papeles que me ayudarán a llevar la vida que quiero vivir. Conseguiré tantos papeles como pueda y eso me dará más libertad.

Al respecto, Marc Gras, director gerente de Far Horizon Capital, una compañía que trabaja en reubicación empresarial, fue de la opinión de que “se podría decir que la teoría de las banderas y Bitcoin (criptomonedas) se basaron originalmente en principios libertarios como la libertad, la autonomía y la falta de inclinación a aceptar la autoridad y el poder centralizado“.

¿Un futuro sin Estados?

Aunque se han introducido nuevas políticas tributarias que abarcan a las criptomonedas, el avance de tecnologías descentralizadas como Blockchain ha impulsado nuevas discusiones sobre el lugar del Estado, dando mayor fuerza a teorías como la de las banderas. Desde el nacimiento de Internet, hasta las monedas digitales, los avances tecnológicos han facilitado a los individuos escapar de las fronteras del Estado. Este interés por la descentralización ha motivado, a parecer de Gras, que el número de teóricos de la bandera “se encuentra en un nivel récord“.

Desde este horizonte no es difícil imaginar que un futuro no tan lejano exista una población de jóvenes nómadas que se mueven económicamente con monedas digitales sin ningún respaldo estatal. En especial teniendo en cuenta que, en la actualidad, esta no es una realidad ajena para los bitcoiners multimillonarios.

Si bien Plan B no es la única empresa que está ofreciendo servicios de reubicación a los ricos del ecosistema, la nueva tendencia también está abriendo una nueva industria. Básicamente, lo que estas empresas hacen es ofrecer ciudadanías por inversión” en el gobierno. Por ejemplo, en países como Dominica o Granada la ciudadanía se puede comprar por seis cifras, por lo que las personas pueden pagar una tarifa, completar algunos formularios y reclamar sus beneficios.

Para una persona corriente, seis cifras podrían parecer como una gran cantidad de dinero, pero no lo es tanto para un millonario cripto, si además esa inversión le asegurará cierta libertad a la hora de manejar su riqueza.

Pensando en la nueva masa de ricos que podría surgir a partir de la próxima corrida alcista de Bitcoin, Ananina ha estado buscando formas de ingresar al mercado inmobiliario privado de diversas islas del caribe. Dentro de poco, a medida que el precio de Bitcoin alcanza nuevos máximos, pronto más jóvenes podrían permitirse lujosas casas de playa que habitarán, con suerte, solo una vez al año.


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Artículo de Hannah Estefanía Pérez / DiarioBitcoin

Imagen de  Oliver Sjöström on Unsplash

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