El diario El País cuenta la historia de Javier Biosca, el mayor estafador de España en criptomonedas que acabó suicidándose.
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- Javier Biosca era considerado el mayor estafador de España en criptomonedas
- Estafó a 930 personas con técnicas piramidales
- Acosado por mafias, terminó suicidándose, dice la versión oficial.
En relación con las criptomonedas hay historias impactantes. El periodista Jacobo García, de El País de España contó este fin de semana la historia de
Javier Biosca, considerado el mayor estafador de criptomonedas de España.
Biosca, de 50 años de edad, se suicidió la semana pasada lanzándose de la quinta planta de un hotel en Estepona. Aunque esa es la versión oficial, los 930 estafados primero dudaron que la víctima en efecto fuera él y después, de que fuera un suicidio pues muchos lo querían muerto.
De marzo de 2019 a noviembre de 2020, Biosca jugó, tal como dice El País, a ser un gurú de las criptomonedas. Dice el medio: “Combinando sofisticadas palabras como Blockchain, wallet o algoritmo con vulgares técnicas de una estafa piramidal, logró engañar a cientos de clientes, entre los que hay abogados, notarios o empresarios que perdieron entre 10.000 y 50.000 euros, pero también a peligrosos mafiosos rusos y rumanos asentados en Marbella que exigían su dinero y con quienes se habría reunido horas antes de lanzarse al vacío”. Esto último fue informado al medio por fuentes policiales.
La Audiencia Nacional lo acusó de un presunto fraude de EUR $815 millones (USD $851 millones).
¿Quién era Biosca?
Nació en Barcelona, se mudó luego a Torrijos siguiendo a una mujer de Toledo de la que se enamoró. Allí intentó abrir una ferretería. Más adelante vivió en Fuensalida, un pueblo cercano de 13.000 habitantes donde hacía páginas web por encargo. Fue entonces cuando empezó a invertir en Bitcoin y a perfeccionar lo que él llamaba su robot, un programa informático que le supuestamente permitía realizar miles de operaciones de compra y venta de monedas de forma simultánea.
Tras ello, en 2019 fundó en Londres Algorithms Group, una firma dedicada a captar a pequeños inversores que querían entrar en el mundo de las cripto criptomonedas. Sus primeras víctimas fueron 19 amigos a quienes propuso invertir en Bitcoin, Ether y Litecoin. En ese entonces Bitcoin valía cerca de USD $10 mil.
Por supuesto, se mostraba a todos como un experto capaz de aumentar entre el 20% y el 25% la inversión cada semana.
Pronto los 19 primeros inversores fueron cientos. Además, el estafador había contratado personas que servían de promotores en todo España. Según El País, cayeron en las redes empresarios de Barcelona, notarios de Madrid, constructores de Valencia e industriales de Asturias.
En los primeros meses todos los inversores recibían sus pagos. Pero ya en 2020, las monedas comenzaron a perder precio. “Un año después, comenzaron a ralentizarse los pagos y poco después a caer las comisiones: al 15%, al 10%, después al 8%… hasta que a finales de 2020, Algorithms Group dejó de pagar a sus clientes. En ese momento el precio de BTC rondaba los EUR $15.700 euros (USD $16.420)”, indica El País.
Millonario en apariencia
Muchos de quienes lo conocieron se dieron cuenta de cómo Biosca se iba haciendo millonario. Pasó de una casa sencilla en Toledo a una mansión en Marbella por cuyo alquiler pagaba 15.000 euros mensuales y abonó un año por adelantado. “Después alquiló varios vehículos de lujo por los que pagaba 3.000 euros mensuales para fingir un nivel de vida con el que impresionar a sus potenciales clientes. Sus apoteósicas fiestas fueron la sensación en la Costa del Sol. Para su seguridad mandó instalar cuatro cajas de seguridad en el chalet y contrató un equipo de 10 escoltas, entre los que había expolicías españoles y colombianos. Durante un año, el dinero entró a manos llenas en la casa, mientras inversores de todo el país llegaban en avión privado a la mansión. Era tanto el dinero que pasaba por sus manos que Biosca inició contactos para comprar un banco en Cabo Verde y otro en Guinea Bissau”, dice El País.
Ya en marzo de 2021 las víctimas comenzaron a formalizar sus denuncias al no recibir el dinero producto de la inversión y el juez de la Audiencia Nacional dio unaorden internacional de búsqueda y captura contra Biosca. La policía tardó cuatro meses en capturarlo. El hombre pasó ocho meses en la cárcel, pero un “misterioso fiador” depositó una fianza de un millón de euros para que saliera en libertad. Según lo que le dijeron a El País, ese fiador en realidad era un grupo de estafados que buscaban que les devolviese el dinero.
En julio de 2022, cuando los estafados se dieron cuenta de que el dinero jamás llegaría, retiraron la fianza y la Audiencia Nacional volvió a ordenar su ingreso en prisión, cosa que le aterraba. Vivía angustiado por eso o porque lo mataran mafias de kosovares, rusos y búlgaros a las que había estafado, reveló la abogada, quien también dijo que la asociación que encabeza considera que el dinero sigue en manos de su esposa y su hijo.
Hasta ahora su muerte (sea de su propia mano o provocada) es un misterio que además ha dejado sin respuestas a casi mil estafados.
Fuentes: El País, archivo
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