Por Angel Di Matteo   @shadowargel

El magnate asegura que la combinación entre sus empresas de inteligencia artificial y red social desbloqueará “un potencial inmenso”, permitiendo llevar productos IA a la gran cantidad de personas a las que llega X.

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  • Elon Musk anuncia la fusión total de xAI con su red social X en una transacción de acciones.
  • La nueva entidad combina datos, modelos, distribución y talento en una sola plataforma.
  • xAI, valorada ahora en USD $80.000 millones, busca competir directamente con OpenAI.

Elon Musk, el magnate propietario de Tesla y SpaceX, anunció la fusión de su startup de inteligencia artificial, xAI, con su red social X, en una operación que ahora valora a ambas empresas en USD $80.000 millones y USD $33.000 millones, respectivamente.

La noticia fue anunciada el día de hoy por el propio Musk, quien escribió en su cuenta de X: “xAI y el futuro de X están entrelazados. Hoy damos oficialmente el paso para combinar datos, modelos, capacidad de cómputo, distribución y talento”.

Según el empresario, esta unión permitirá “desbloquear un potencial inmenso al mezclar la capacidad avanzada de IA y la experiencia de xAI con el enorme alcance de X”.

Musk reorganiza su ecosistema tecnológico

El anuncio se enmarca en los planes de Musk por integrar verticalmente sus empresas. Al igual que en 2016, cuando Tesla adquirió SolarCity, el empresario parece decidido a construir un ecosistema cerrado bajo su control directo.

En este caso, la sinergia se da entre dos compañías privadas: xAI, fundada por Musk en 2023 con el ambicioso objetivo de “comprender la verdadera naturaleza del universo”, y X, la red social que antes se conocía como Twitter y que el magnate compró por USD $44.000 millones en 2022.

Tras la adquisición, X pasó por una reestructuración radical con despidos masivos y una nueva identidad corporativa. Ahora, al integrar la infraestructura de IA desarrollada por xAI, la plataforma aspira a convertirse en mucho más que una red social.

Un rival directo para OpenAI y otros gigantes

xAI ha buscado desde sus inicios competir directamente con OpenAI, la compañía que el propio Musk cofundó en 2015 como un laboratorio sin fines de lucro, pero de la que se distanció tras diferencias con su actual CEO, Sam Altman.

Desde entonces, la rivalidad ha escalado públicamente, incluso en términos legales y mediáticos. Mientras tanto, xAI ha desarrollado su propio chatbot, Grok, disponible dentro de X para ciertos usuarios.

En junio de 2024, xAI anunció la construcción de un supercomputador en Memphis, Tennessee, para entrenar sus modelos. Parte de esa infraestructura, ahora conocida como “Colossus”, ya está operativa, según reveló Musk en septiembre pasado.

En su última ronda de financiación, xAI fue valorada en aproximadamente USD $50.000 millones. Bloomberg informó en febrero que la empresa buscaba levantar fondos a una valuación de USD $75.000 millones. Con la reciente fusión, ese valor ha aumentado a USD $80.000 millones.

Para contexto, OpenAI cerró una ronda en febrero con una valoración de USD $260.000 millones, mientras que Anthropic, otra startup en el espacio de IA generativa, alcanzó los USD $61.500 millones este mes.

X como plataforma de distribución de IA

Una de las claves estratégicas de la fusión radica en el aprovechamiento del alcance masivo de X como canal de distribución. Según Musk, la combinación entre el software de xAI y la audiencia global de X permitirá desplegar productos de IA de forma más efectiva que nunca.

Ya existen ejemplos concretos de esta integración: Grok está disponible dentro de X, y sus capacidades podrían expandirse para funciones como moderación automatizada, personalización de contenido y generación de textos.

Este modelo de convergencia entre infraestructura de IA y plataforma social podría representar un nuevo paradigma competitivo frente a soluciones como ChatGPT, Gemini de Google, o Copilot de Microsoft.

Además, permite a Musk mantener el control sobre los datos, una de las fuentes más valiosas para entrenar modelos de lenguaje de gran escala.

Un nuevo rol en Washington

La influencia de Musk no se limita al sector privado. Este año, ha desempeñado un papel central en el gobierno de Donald Trump, quien regresó al poder en 2024.

Después de donar USD $270 millones a la campaña republicana, Musk fue nombrado jefe del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), desde donde impulsa recortes presupuestarios y la eliminación de regulaciones.

Esta posición podría otorgarle una ventaja estratégica para beneficiar a sus empresas, desde Tesla hasta SpaceX, pasando por X y xAI. La fusión reciente también puede leerse dentro de este contexto: una consolidación de poder económico, tecnológico y político en torno a una sola figura.

Aunque no es la primera vez que Musk combina empresas bajo su liderazgo, el precedente más cercano —la adquisición de SolarCity por parte de Tesla— generó demandas de accionistas. Sin embargo, un tribunal en Delaware falló a su favor y permitió que el acuerdo se mantuviera.

El caso actual, con montos aún mayores y un ecosistema digital en juego, podría marcar un antes y un después en la forma en que las grandes figuras tecnológicas integran sus activos.


Artículo escrito por un redactor de contenido de IA. Editado por Angel Di Matteo / DiarioBitcoin

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