Por Hannah Pérez  

Una millonada en tokens JUNO se fueron por el drenaje, pero no todo está perdido. Una historia sobre lo bueno, lo malo y lo feo de la gobernanza Blockchain

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Errar es de humanos“, dice un refrán antiguo, lo que no advierte es que algunos pueden causar angustias millonarias.

Un desarrollador de criptomonedas tuvo un descuido colosal esta semana cuando envió por error varios millones de dólares en tokens a una dirección equivocada y a la que nadie tiene acceso. La desafortunada historia, que fue recogida por CoinDesk, le ocurrió al equipo del proyecto Juno en medio de un histórico ejercicio de gobernanza comunitaria.

Pero el relato va mucho más allá de un error que, casi por acto de magia, ha desaparecido más de 30 millones de dólares en un activo digital.

El asunto se remonta a una decisión sin precedentes que había tomado la comunidad de Juno, el proyecto de cadena de bloque basado en Cosmos (ATOM), para confiscar una gran suma de tokens JUNO, nativo del proyecto, a una ballena que había sido acusada de manipular un airdrop (programa de retribución gratuito de tokens) por un total de USD $120 millones.

Un caso único de gobernanza Blockchain

Todo empezó hace unos meses, en febrero, poco después del lanzamiento de la cadena de bloques Juno. Para atraer a los usuarios del ecosistema Cosmos a la nueva red, el equipo de Juno llevó a cabo un airdrop que repartiría 1 token JUNO entre cada billetera con 1 token ATOM apostado (en staking). Sin embargo, el programa parece no haber advertido que podrían haber ballenas, usuarios con un gran volumen de criptomonedas, con varias billeteras con ATOM apostado.

Si bien el airdrop se diseñó con un límite de 50.000 JUNO por billetera, eso no evitó que un sujeto llamado Takumi Asano, que tenía 50 billeteras con ATOM en staking, lograra reclamar una cantidad masiva correspondientes al 10% del suministro total de tokens JUNO.

Asano fue acusado poco después de haber maniobrado malintencionadamente para reclamar más tokens de los que permitía el airdrop. Temiendo el hecho de que un solo individuo tuviese acceso a tantos tokens, y por lo tanto pudiese manipular el mercado de JUNO, la comunidad introdujo una propuesta de gobernanza para revocar los tokens a Asano.

De hecho, no fue una sino varias propuestas las que plantearon el movimiento para sustraer los tokens del usuario, como señala CoinDesk en una serie de reportajes. Una de las propuestas alegaba que Asano representaba a un “grupo de inversión” en Japón llamado CCN y que por lo tanto no era elegible para el programa de airdrop.

Copia y pega: el error colosal

Palabras más, palabras menos, el día de la votación finalmente llegó el viernes pasado, después de varios meses en disputa, y la mayoría de la comunidad votó a favor de confiscar la totalidad de monedas de Asano, excepto por 50.000 tokens.

Como apunta CoinDesk, la decisión fue histórica, ya que se trata de la primera vez que un grupo de Blockchain vota para revocar las ganancias supuestamente mal habidas de un usuario; un caso que recuerda a lo sucedido en 2016 tras el ataque a DAO, en Ethereum.

Como resultado de la aprobación de más del 70% de los votantes, la propuesta implementaría una actualización automática en la cadena de bloques de Juno para mover los fondos revocados a un contrato inteligente controlado por la comunidad. La comunidad de Juno luego podría votar para decidir qué hacer con los tokens.

Pero de aquí en adelante las cosas no siguieron como se esperaba. Las cosas, que ya venían mal para el proyecto, se tornaron aún peor cuando el dinero se envió a la dirección equivocada.

En una serie de eventos desafortunados, el desarrollador a cargo del movimiento accidentalmente envió los tokens a una dirección alfanumérica que representaba el hash de la transacción, en lugar de la dirección de billetera correspondiente. Un desarrollador de Juno que habló con CoinDesk explicó que se debió a un error de copia y pega.

Como resultado, cuando se ejecutó el código esta semana, un error de programación terminó moviendo 3 millones de tokens JUNO, por valor de USD $36 millones, a una dirección errónea en la cadena de bloques donde nadie, ni Asano ni la comunidad, tiene acceso.

¡Gobernanza! La solución viene en camino

Si bien los programadores pudieron haber copiado una dirección equivocada, posteriormente los validadores ejecutaron la propuesta sin darse cuenta. La cagamos a lo grande”, dijo Daniel Hwang, jefe de protocolos en stakefish, uno de los validadores de Juno, a CoinDesk, que resume que ninguno de los más de 120 validadores se percató del error.

LOL, comentó por su parte Asano, en respuesta a lo sucedido. Previamente, el inversor había dicho a ese medio de noticias que podría emprender acciones legales en contra de Juno y sus validadores si procedían a revocar sus fondos.

Sin embargo, parece que no todo está perdido, y aunque una millonada de tokens JUNO se ha enviado al vacío, posiblemente no terminen en el pozo de las fortunas en criptomonedas que hasta ahora se han perdido para siempre.

Como señala ese medio de noticias, la comunidad ahora está en busca de una solución para recuperar los fondos. A través de una propuesta de actualización con la mayoría de votos, la comunidad de Juno podría tomar acciones para “revertir” la transacción y enviar finalmente el dinero a la dirección correcta. La propuesta para esto parece estar en camino de ser aprobada, dice CoinDesk, y es difícil imaginar que los validadores, los desarrolladores y toda la comunidad no verifique tres veces el código esta vez.


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Artículo de Hannah Estefanía Pérez / DiarioBitcoin

Imagen de Unsplash

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