¿Qué son los cripto-coleccionables? ¿para qué sirven? La historia de cómo unos tiernos gatitos en el Blockchain de Ethereum cambiaron el paradigma de los artículos de colección.
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La revolucionaria creación de Bitcoin y su novedosa apertura hacia el mundo Blockchain introdujo un nuevo concepto que cambiaría el paradigma de los objetos coleccionables: escasez digital.
Así como las generaciones pasadas guardaban gran afecto en sus colecciones de monedas, obras de arte, antigüedades, objetos miniatura, historietas, discos de acetato y un sin número de artefactos que consideraron bellos o valiosos de alguna manera; las nuevas generaciones están adoptando una tradición similar, pero en formato digital: los cripto-coleccionables.
¿Qué son los cripto-coleccionables?
Los cripto-coleccionables son activos digitales criptográficamente únicos, no fungibles, basados en tecnología Blockchain. A diferencia de las criptomonedas como Bitcoin, que requieren que todos los tokens sean idénticos, cada token cripto-coleccionable es único. Por lo general, los cripto-coleccionables vienen en cantidades limitadas y sus diseños se basan en objetos de la vida real, como mascotas o avatares.
Su tendencia creció a raíz del concepto de “escasez digital de confianza” que introdujo Bitcoin. Gracias a Blockchain, el software de Bitcoin está programado para crear un número limitado y fijo de 21 millones de monedas. Previa a esta noción, los objetos creados en el mundo digital tendían hacia la abundancia. Piense que, si para reproducir artefactos en el mundo físico se necesita un gran esfuerzo y costo, en el espacio digital esta operación se traduce en un sencillo acto de copiar y pegar.
Pero para pasar de una criptomoneda a un cripto-coleccionable se necesitó desarrollar otro aspecto más allá de la escasez. Una característica distintiva de un objeto coleccionable es que su uso no es el de un objeto de consumo. El objetivo no es gastarlo y su importancia, primordialmente, no está en el valor de su uso, como podría tener una moneda fiduciaria o un activo como Bitcoin.
Un coleccionable es primordialmente un activo no fungible, de modo que el objetivo era crear tokens con esta característica. El ejemplo típico de un bien fungible es el dinero, pero también podemos pensar en cualquier otro objeto de consumo cotidiano. Una pelota o un lienzo en blanco, por ejemplo, son bienes fungibles, a menos que esa pelota sea autografiada por Messi, o que el lienzo exhiba una pintura de Picasso.
La revolución de los CryptoKitties
En este momento es donde entran unos gatitos digitales que cambiaron el paradigma de los tokens coleccionables basados en Blockchain. En noviembre de 2017 se lanzó el primer token no-fungible dentro de la Blockchain de Ethereum: CryptoKitties. Un proyecto de gatitos criptográficos coleccionables que inmediatamente llamó la atención de todo el ecosistema.
Aunque al principio el proyecto recibió críticas por su aparente inutilidad, lo cierto es que CryptoKitties abrió un nuevo camino en la industria Blockchain al destacar como el primer caso de uso de la tecnología en recibir adopción general sin estar vinculado con la creación de monedas.
Si bien la mayoría de los tokens basados en Ethereum se apoyaron en la propuesta ERC-20, también conocido como estándar de token fungible, los creadores de CryptoKitties fueron más allá con el desarrollo de un “estándar de token no fungible” denominado ERC-721: mucha ingeniería profunda y novedosa detrás de lo que parecía un juguete.
Rápidamente el diseño de los adorables gatitos y su interfaz fácil de usar se popularizaron entre los usuarios quienes empezaron a gastar miles de dólares por la adquisición de los gatitos virtuales. Especialmente para la generación post-millennial, que creció jugando a criar Tamagotchis, los CryptoKitties surgieron como el producto perfecto entre nostalgia y disrupción tecnológica.
Adorables gatitos coleccionables en la Blockchain
Entonces, ¿qué son los CryptoKitties? La página web del proyecto lo describe como “un juego centrado en criaturas criables, coleccionables y adorables“. Cada gato es único y 100% propiedad de su usuario, sin que pueda ser replicado, robado o destruido.
A diferencia de otros tokens construidos en la cadena de bloques Ethereum, CryptoKitties se especializó en construir tokens o fichas con propiedades únicas y en ediciones de cantidades limitadas. Las adorables criaturas pueden tener diferentes características como edad, raza, color, también pueden representar a personalidades famosas o haber sido diseñados por algún artista importante.
Estos rasgos hacen que sean tokens no fungibles y cripto-coleccionables con frecuencia muy valiosos. Otro resultado interesante del concepto de los CryptoKitties es que, a diferencia de criptomonedas como Bitcoin o Ether que se pueden dividir en pequeñas cantidades, los cripto-coleccionables no son divisibles. Básicamente porque no tiene sentido -y es casi perverso- que puedas fragmentar a tu mascota virtual en pequeñas partes.
Y por un momento, estos gatitos se volvieron muy valiosos, incluso se llegaron a vender muy por encima del precio de un Bitcoin. En 2018, un CryptoKitty llamado Dragon se vendió por aproximadamente USD $ 170.000, lo que para el día de hoy equivaldría a 17,8 bitcoins. Con el tiempo, han continuado apareciendo nuevas figuras de gatos coleccionables, aunque ninguna tan costosa.
Bienvenido al mundo de los cripto-coleccionables
Desde la aparición de CryptoKitties, cientos de proyectos de tokens no fungibles han comenzado a desarrollarse. Muchas de estas iniciativas que ofrecen tokens coleccionables trabajan con la especificación ERC-721 (creada por Dapper Labs, la empresa de CryptoKities). Más recientemente ha surgido ERC-821, un enfoque más sofisticado desarrollado por el equipo de Decentraland.
Algunos de los proyectos más populares de cripto-coleccionables son: Decentraland, un mundo de realidad virtual donde los jugadores pueden guardar piezas en forma de tokens; y Gods Unchained, un juego de cartas coleccionables que podría recordar a las cartas Magic. También empresas como Binance tienen sus propios cripto-coleccionables.
Quizás una de las industrias que ha adoptado con mayor energía la idea de los coleccionables criptográficos es la deportiva. Inspirada en la idea de los álbumes de barajitas, la industria deportiva ha aprovechado la tecnología Blockchain para crear productos valiosos de colección diseñados especialmente para los fanáticos.
Topps, el fabricante estadounidense de tarjetas para ligas deportivas desde 1938, comenzó este año a emitir sus cromos en formato de cripto-coleccionables. En una iniciativa similar, los álbumes Panini ampliaron recientemente su oferta a figuritas coleccionables Blockchain. La Major League Baseball o Grandes Ligas del Béisbol (MLB) también tiene su propio juego de cipto-colecciomables sustentados en Ethereum, denominado MLB Champion, que permite a los fanáticos poseer tarjetas de béisbol digitalizadas.
La industria del arte no se ha quedado atrás en la adopción de los tokens no fungibles para ampliar e innovar dentro de su terreno. En un dato curioso, hace dos años el artista Kevin Abosch vendió una rosa digital en la Blockchain de Ethereum por la exorbitante suma de USD $1 millón.
Pero ¿sirven para algo?
Algunas personas podrán preguntar qué sentido tienen los coleccionables en Blockchain o para qué sirven. La respuesta es tan amplia como antigua: por la misma razón por la que una persona podría coleccionar cualquier otro objeto o adquirir una costosa pieza de arte. El coleccionista puede guardarlo por el simple placer de poseer un objeto valioso para él, o puede adquirirlo esperando que este vaya cobrando mayor valor con el tiempo y venderlo después.
A medida que ha crecido el interés por los cripto-coleccionables también han aparecido otros usos dentro de la llamada economía digital. Similar a invertir en obras de arte, los tokens no fungibles (NFT) pueden representar fracciones de activos del mundo real que se pueden almacenar y comercializar como tokens en la Blockchain.
De esta forma, los coleccionables digitales están abriendo nuevas alternativas dentro de la tecnología Blockchain, más allá de las aplicaciones financieras convencionales. Al representar los activos físicos en el mundo digital, los NFT tienen el potencial de revolucionar aspectos de la economía en general.
Los casos de uso son múltiples, y es muy probable que muchos desarrolladores presenten innovaciones emocionantes a medida que se avanza dentro de esta prometedora tecnología.
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Artículo de Hannah Estefanía Pérez / DiarioBitcoin
Imagen de Karen Vardazaryan en Unsplash
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