Por Hannah Pérez  

El revuelo por los Ordinals hizo que los costos promedio de transacción en Bitcoin se dispararan a niveles no vistos desde 2021. También hizo que varias redes experimentaran interrupciones y aumento en su actividad

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  • Ordinals fue una tendencia en crecimiento este año, no solo en Bitcoin
  • ¿Llegaron para quedarse o serán solo una moda pasajera? 2024 lo dirá
  • La actividad en Bitcoin se disparó y también subieron los costos de transacción
  • Las inscripciones también causaron estragos en otras redes, pero ¿por qué?

 

No cabe duda de que los Ordinals fueron una de las principales tendencias del espacio criptográfico este 2023.

Durante el año, las inscripciones de Ordinals ganaron una inmensa tracción en el ecosistema de Bitcoin y se extendieron a otras cadenas de bloque provocando un aumento en la actividad de diversas redes, congestión y mucho debate.

Presentado a finales de 2022, este protocolo introdujo una nueva forma de crear y administrar activos digitales, similares a los tokens no fungibles (NFT), en la cadena de bloques de Bitcoin, algo que muchos consideraban imposible. (Hasta ese momento, los NFT eran exclusivos de blockchains de contratos inteligentes como Ethereum).

En específico, Ordinals permite la inscripción de información digital como texto, imágenes, audio, video, registros de identidad y prácticamente cualquier tipo de dato, directamente en satoshis (la unidad más pequeña de Bitcoin). La esencia del proceso de inscripción de Ordinal radica en incorporar los datos del activo digital en la sección de testigos de la transacción, convirtiendo así a los satoshis en entidades únicas y no fungibles (NFT). Los tokens creados de esta manera en Bitcoin se denominan BRC-20.

Dos actualizaciones de la red, —el protocolo Segwit en 2017 y la actualización Taproot en 2021, que permitió transacciones más complejas y la integración de datos adicionales dentro de una transacción—, han sido fundamentales para la viabilidad de esta innovación. 

Sin anticiparlo, la creación de la primera inscripción Ordinal en el libro mayor distribuido de Bitcoin el 16 de diciembre de 2022 marcaría una enorme revolución en todo el ecosistema Blockchain. Ahora, a poco más de un año de su llegada podemos observar cómo este invento ha marcado un antes y un después para toda la industria cripto.

Tarifas elevadas, congestión y mayores ganancias para los mineros

El aterrizaje de los Ordinals y su apogeo han provocado una serie de efectos, entre los que destaca una mayor actividad en la red de Bitcoin que ha derivado a su vez en tarifas de transacción más elevadas y recompensas más altas para los mineros.

Para el 19 de diciembre de 2023, a pocos días de su primer aniversario, se han registrado un total de 49,6 millones de inscripciones de Ordinals, generando casi USD $200 millones en comisiones, según un panel de datos de Dune Analytics. Para el mes pasado, la cantidad de inscripciones diarias alcanzó un récord de más de 500.000, lo que demuestra la enorme popularidad de esta función.

Esto ha provocado un incremento en el recuento de transacciones en la red. En particular, el 19 de noviembre de 2023, la red Bitcoin registró más de 710.000 transacciones en un solo día. Actualmente, las inscripciones representan aproximadamente entre el 40% y el 50% de las transacciones diarias procesadas por los mineros de Bitcoin.

Uno de los efectos secundarios de la actividad elevada provocada por Ordinals ha sido la congestión persistente en el mempool debido a transferencias no confirmadas. Al cierre de esta edición, más de 350.000 transacciones no confirmadas están esperando la confirmación de los mineros. Otro efecto secundario importante ha sido el aumento de las tarifas.

La tarifa de transacción promedio de Bitcoin aumentó este mes a un máximo anual de USD $38,43, un nivel no visto desde abril de 2021, según datos de Ycharts. Este incremento se tradujo en un aumento de 1.800% en los últimos 6 meses. Las tarifas de transacción promedio se dispararon en mayo por encima de los 30 dólares en medio del auge de los Ordinals. 

Este auge además se ha traducido en mayores ganancias para los mineros de Bitcoin. El ingreso de los mineros de Bitcoin prácticamente se duplicó desde enero, superando los USD $1.100 millones en noviembre, según datos de The Block. Cada bloque de transacciones de Bitcoin otorga a los mineros una tarifa estándar de 6,25 BTC más un monto en tarifas de transacción, que es variable. Los ingresos por tarifas de transacción fueron de más de USD $220 millones en diciembre.

La introducción de Ordinals y BRC20 también ha generado controversia dentro de la comunidad Bitcoin, con un segmento de los defensores de Bitcoin argumentando que la cadena de bloques debería albergar exclusivamente transacciones financieras.

Inscripciones se expanden más allá de Bitcoin 

Si bien el protocolo fue creado para Bitcoin como una solución alternativa debido a su falta de soporte nativo para tokens nativos, la tendencia de las inscripciones se extendió más allá de la red originaria.

Hacia finales de 2023, cerca de una decena de otras Blockchains también vieron llegar tokens similares a los BRC-20. Redes como Dogecoin y Litecoin, que nacieron de bifurcaciones de Bitcoin, recibieron soluciones similares a Ordinals; pero también cadenas de bloque de contratos inteligentes como Polygon, Avalanche, Celo y Fantom experimentaron esta tendencia.

Esto ha provocado enormes picos en la actividad de la red en esas cadenas y de hecho ha generado interrupciones en la mayoría de ellas. Las redes EVM Arbitrum, Avalanche, Cronos, zkSync y The Open Network han experimentado cortes parciales o totales recientemente debido a inscripciones, según un reporte de Cointelegraph. 

Más allá de esto, algunas colecciones populares de tokens no fungibles (NFT) también se han estado lanzando en otras cadenas a través de inscripciones, —incluso cuando estas tienen soporte nativo para NFT. Un ejemplo de esto es CryptoPunk.

— Pero, ¿por qué?

La generalización de las inscripciones ha llamado la atención, especialmente porque se ha extendido a redes Blockchain que tienen su propio soporte nativo para la creación de tokens, por lo que no necesitan aplicar esta solución.

Además, se han popularizado incluso cuando están causando estragos en la mayoría de las plataformas —lo que ha llevado a algunos a calificarlas de spam. El motivo es que las inscripciones amplían agresivamente los requisitos de datos de la cadena de bloques, lo que dificulta la tarea de quienes ejecutan nodos u operan como validadores en las redes. 

Es posible que su expansión en otras redes se deba a que permiten realizar transacciones más baratas que con tokens creados de forma nativa en esas blockchains. Esto se debe a que es más barato mover, por ejemplo, la moneda nativa ETH de Ethereum, y el token basado en inscripciones junto con ella, que usar un token creado de forma nativa en Ethereum mediante contratos inteligentes. Tom Lehman, creador de Ethscriptions, opina esto y considera que los contratos inteligentes son innecesarios y una pérdida de dinero.

Los tokens basados ​​en inscripciones se están expandiendo a cadenas que tienen soporte nativo para tokens porque el enfoque de inscripciones es 10 veces más barato que usar contratos inteligentes e igual de descentralizado.

A pesar de las críticas y de los intentos de algunos desarrolladores de Bitcoin para deshacerse de los Ordinals, por el momento la tendencia parece estar lejos de terminar y es posible que continúe dando de qué hablar el próximo año 2024.

Artículo de Hannah Estefanía Pérez / DiarioBitcoin

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