Bram Cohen, creador BitTorrent y de la criptomoneda “verde” Chia,asegura que características como la “prueba de espacio” harán de esta una criptomoneda más ecológica y segura que Bitcoin
Conocido por crear BitTorrent a principios de los años 90, Bram Cohen también podría acabar siendo famoso por una cosa completamente diferente: resolver el problema del despilfarro de electricidad de Bitcoin.
La creación más reciente de Cohen, la criptomoneda Chia, que se autodenomina como “dinero verde para un mundo digital“, es la antítesis misma de Bitcoin. A diferencia de esta, que utiliza el mecanismo de consenso de prueba de trabajo el cual consume altos niveles de electricidad, Chia utiliza la prueba de espacio donde el proceso de minería aprovecha el espacio del disco duro.
En una entrevista con la revista Breaker, Cohen declaró que el espacio en el disco duro es fácilmente y ampliamente disponible y que la mayoría de las veces no se utiliza:
La idea es que usted aproveche este recurso de capacidad de almacenamiento, y la gente ya tiene cantidades absurdas de exceso de almacenamiento en sus computadoras portátiles y en otros lugares, que simplemente no está siendo utilizado.
Mayor seguridad
Además de reducir el uso de electricidad, Cohen también afirma que su criptomoneda Chia es relativamente más segura en comparación con Bitcoin.
En opinión de Cohen, quien creó el protocolo BitTorrent en 2001 cuando aún era estudiante en la Universidad de Buffalo, a pesar de que sería tremendamente costoso comprar los recursos necesarios para violar la red Bitcoin, es posible hacerlo. Para la red Chia no es tan fácil, asegura:
Para atacar Chia hay que tener acceso a más recursos que la red en su conjunto, que serán una gran cantidad de recursos una vez que todos se hayan registrado. El coste de adquirirlos por adelantado sería enorme, más alto que el coste de los ASICs que se necesitarían para atacar a Bitcoin, por lo que sobrecargar al sistema sería mucho más difícil.
Si bien el mecanismo de consenso de la prueba de espacio puede parecer más seguro sobre el papel, también tiene sus propias limitaciones y esto incluye la posibilidad de que se produzca un nuevo ataque génesis.
Prueba de tiempo
Con este tipo de ataque, un actor malintencionado que posea los recursos necesarios de la red, podría crear un nuevo Blockchain desde cero con el objetivo de cambiarlo por la cadena de bloques original cuando se alargue. En un caso tal, siendo ejecutada perfectamente, el delincuente puede conseguir que la nueva cadena de bloques sea aceptada por la mayoría de los nodos, al mismo tiempo que toma posesión de cualquier cifra de monedas y/o cancela las transacciones anteriores.
Para evitar este tipo de ataques, Cohen ha introducido el mecanismo de consenso a tiempo. Aunque esto no impide que un mal actor reescriba años de trabajo, necesitarían mucho tiempo para lograrlo.
Aunque se suponía que se lanzaría a finales de este año, el mundo tendrá que esperar un poco más por la criptomoneda “más verde” a medida que se vaya avanzando en su implantación.
Cohen y su equipo han resuelto muchos de los problemas matemáticos fundamentales asociados con el desarrollo de Chia, pero todavía necesita construir el resto del código. Espera un lanzamiento público en 2019. Si Chia tiene éxito, una de las mayores críticas que se le hacen a las criptomonedas hoy en día -que es dañina para el medio ambiente- podría llegar a ser anticuada.
Fuente: CCN
Traducción de Hannah Estefanía Pérez / DiarioBitcoin
Imagen de web de Chia y Canva
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